Desgajada del cordal principal de la sierra de Guadarrama, y situada en el lado segoviano de la misma, Montón de Trigo es una esbelta cumbre de 2.155 m de altitud que une el cordal principal con la sierra de la Mujer Muerta. Desde su cima se domina una amplia panorámica de los pinares de Valsaín, la Acebeda y el valle del río Moros. Esta cumbre es el objetivo de la primera etapa de nuestro desafío montañero de coronar esta temporada los 15 dosmiles más representantivos de las sierras de Guadarrama y Ayllón.
Fieles al espíritu de este desafío, realizaremos la ascensión no por las rutas clásicas que parten del puerto de Navacerrada o de las Dehesas de la Fuenfría, sino realizando otro recorrido algo más largo pero menos transitado en el que recorreremos parte de los pinares de Valsaín y la Acebeda, lo que nos permitirá disfrutar de verdes praderas, bonitas vaguadas y rincones desconocidos para la mayoría de los andarines que patean nuestra sierra. Además, el particular trazado de este recorrido, en el que seguiremos el curso de numerosos arroyos que precipitan sus aguas desde collados y cumbres, hace que podamos definirla como «la ruta del agua al Montón de Trigo».
Partiremos desde el puente de la Cantina para adentrarnos en el pinar de Valsaín siguiendo el curso del río Eresma, que abandonaremos al poco rato para ascender por una senda que remonta el arroyo del Telégrafo. Sin abandonar nunca la compañía del agua, dejaremos al rato este valle para remontar ahora parte del arroyo Ventoso, que nos dejará en la amplia y vistosa pradera de Navalviento. Desde aquí tomaremos el Carril del Gallo, que por un frondoso pinar nos llevará hasta el conocido puerto de la Fuenfría. Por la ruta normal y bordeando Cerro Minguete por su cara norte, llegaremos a la cumbre del Montón de Trigo.
Tras disfrutar de las estupendas vistas que nos regala este pico, haremos el descenso por la suave loma de la cara NE que nos dejará en el collado de Tirobarra. Continuaremos la bajada por un bonito valle que nos interna en el pinar de la Acebeda hasta llegar a la pradera de la Venta de la Fuenfría, junto a la calzada romana de la Fuenfría. Aquí aún pueden adivinarse los escasos restos que quedan de la antigua venta que en otros tiempos daba cobijo a los viajeros que utilizaban esta ruta para hacer el entonces largo viaje de Madrid a Segovia.
Nuevamente con la compañía del agua, continuaremos el descenso siguiendo el curso de los arroyos Royonda y Minguete, hasta salir a una pista forestal asfaltada. Desde aquí, en poco más de un kilómetro llegaremos cómodamente al puente de la Cantina, y habremos completado con éxito la primera etapa de nuestro particular desafío montañero.